Dos semanas después

Los cachorros están creciendo muy bien. Al cumplir una semana habían duplicado todos su peso y una semana después ya lo habían triplicado salvo el más grande, que lo tenía más difícil. El pequeñín pesa 717 g, el marroncito 881 g, la pequeña 787 g y el grandote 939 g.
En la primera foto está la pequeña durmiendo tapada, en la segunda  el pequeñín durmiendo y en la foto de abajo el marroncito y el grandote están durmiendo apoyados en el borde de la colchoneta. Estamos buscando nombres para ellos, pero todavía no nos acabamos de decidir. Barajamos Wind para el pequeñín, Beinn para el marroncito, Ness para el grandote y queda la pequeña, para cuyo nombre no hay todavía consenso. En cualquier caso todavía no son definitivos. 
Además hemos comenzado a buscar buenas familias que los cuiden como si fueran un miembro más de ella y les den tanto el cariño, la atención y el ejercicio físico que necesita nuestra raza. Estamos recibiendo muchos correos electrónicos y llamadas de distintos sitios de España.
Ayer empezaron a descubrir que tenían patitas delanteras que podían chupar y ya empiezan a dar los primeros pasitos con las cuatro patas. Todavía no han abierto los ojos, pero esperamos que lo hagan en breve. 

El crecimiento de los cachorros

Los cachorretes están engordando muy bien. Soy una super madre organizada. Si uno se queja, despierto a todos para que las tomas las hagan a la vez y no me vuelvan loca de uno en uno. Mientras comen, aprovecho para lavarles. De esta forma tengo algún ratito libre para mí. ¡Es agotador!
El más pequeñín es un listillo y siempre va a las tetillas del final, donde más leche hay. El marroncito es el más tranquilote, se conforma con todo y se queda dormido enseguida. La chica es bastante llorona y necesita que esté a su lado más que los demás. El grandote es el que tarda más en quedarse dormido y empuja a los demás mientras intenta buscar la posición adecuada.

Ya están aquí

Ayer, 12 de noviembre, empecé a ponerme nerviosa a partir de las ocho. Intuía lo que se me avecinaba. Sin embargo, hasta las tres menos cuarto de la madrugada no apareció el primer cachorrito. Fue un macho negro y blanco de 202 gramos. Como parecía que el siguiente tardaba en llegar, Carlos decidió ir a la farmacia a por oxitocina. Mientras él estaba fuera nació el segundo a las cinco y cuarto, un macho marrón y blanco de 284 gramos. Un cuarto de hora después nació la primera hembra, tricolor negra de 224 gramos. El último llegó a las siete menos cinco, un macho de 347 gramos tricolor negro que vino de nalgas.
Ahora me encuentro estupendamente y lo único que quiero es tenerles requetelimpios.

La gestación

Desde que espero cachorros tengo un apetito insaciable. Aunque me dan bastante más de comer, en alguna ocasión no me he podido contener y he tenido que buscar algo de comida por mi cuenta. Cuando me pillan, me miran con cara de pocos amigos, pero yo rápidamente les digo: "¡Por mis hijos!" y se les pasa el enfado.
Como no debo hacer agility, Carlos y yo nos hemos ido a las montañas los sábados a pasear y coger setas. ¡Me encantan esas excursiones!
Ayer me prepararon la zona donde voy a estar con los pequeños. He engordado más de cuatro kilos. Ya he cumplido el día 59, así que la cigüeña está a punto de llegar.