Ocho semanas


Los cachorros pasaron sus primeras navidades en familia. A principios de año dejaron de mamar. Cada día que pasaba se volvían más activos y trastos. Las primeras noches después del destete fueron bastante ajetreadas. Cuando llegaban las nueve o diez de la noche les entraba el nerviosismo y sobre todo Beinn y Yun (antes Ross) empezaban a sacar el agua del bebedero. Esto provocaba que en las carreras de los cuatro se resbalaran y llevaran el agua a todos los sitios. La zona donde estaban parecía una auténtica batalla campal. Por todo ello, las comidas nunca estaban a la hora prevista. Hasta que no gastaban toda la energía no paraban, que solía coincidir con las dos de la madrugada. Además como Ness y Beinn se salían de la paridera, Wind y Yun se quejaban y había que levantarse para sacarlos. Decidimos que lo mejor era quitar la paridera, que ocupaba mucho espacio y ya había cumplido su misión. El lugar favorito para dormir era debajo del sofá. Otro de los sitios favoritos, aunque solamente entraba uno, era el cajón de las patatas.
Yo llevaba tiempo teniendo un compañero de juegos, Wind. Poco después se fueron uniendo el resto de los chicos. Por último, Yun se acabó animando a jugar con todos. Nuestro juego favorito era el pulpo verde ya que tenía patas de donde agarrar y tirar todos a la vez.

Llegó el día de ponerles las vacunas, primero el Parvovirus y después la Trivalente. Dos días después vinieron sus nuevos dueños. Aunque nos hemos quedado muy tristes por no poder seguir disfrutando de ellos, sabemos que Wind y Yun están en muy buenas manos y seguiremos en contacto. Ahora, a pesar de que estamos dos adultos, Mavi y yo, y dos cachorros, Beinn y Ness, la casa parece vacía, los juegos ya no son tan divertidos, ni la casa tan caótica. ¡Una lástima!

Seis semanas

Con seis semanas consiguieron saltarse los 40 centímetros de pared todos menos Wind. Carlos volvió a subir la pared, esta vez a 50 centímetros. Al día siguiente Ness ya estaba fuera cuando quería, que es siempre que no está muy dormido. Ya le hemos dejado por imposible.
Ahora comen cuatro veces al día su pienso de cachorros y maman una vez al día. Ross sigue siendo mucho más lenta que el resto en la comida.
Son muy trastos y se meten en el cajón de las patatas. Lo muerden todo y hay que tener mucho cuidado con lo que tienen a su altura. Uno de sus lugares favoritos es debajo del sofá.
 
Wind sigue siendo el más tranquilo y mi favorito. Ross suele jugar en muchas ocasiones sola, ya que está un poco harta de sus hermanos. Beinn es un tragoncete cariñoso y Ness un independiente que no suele alterarse fácilmente.
Con motivo de su primera Navidad, intentamos hacerles una foto juntos, pero solamente lo conseguimos cuando se quedaron dormidos.   
 




Cinco semanas


Ya con cinco semanas es muy difícil pesarles porque no se están quietos. Ahora los cachorros comen tres veces al día su pienso y siguen mamando entre tomas. Hemos tenido que cambiar la organización y ahora comen en línea. Como Ross tarda más que el resto, en cuanto acaban los demás  hay que pararles para que no se lo quiten. Todos han aprendido a limpiar sus platos. También han empezado a beber agua.
Juegan mucho entre ellos, con juguetes y conmigo. Ness ha aprendido a salirse de la paridera y se sube a pulso los cuarenta centímetros de la pared. Se le ha puesto un cuerpo atlético a base de salirse a todas horas. Además cuando oye que me van a dar de comer se sale corriendo e intenta comerse lo mío. Beinn se escapaba cuando medía 30, pero con 40 de momento no lo ha conseguido.
Están mucho tiempo fuera y tienen un empapador en el suelo para que aprendan a hacer sus necesidades en un sitio. Aunque todavía se les escapa alguna vez fuera, van aprendiendo muy rápido y la mayoría de las veces lo consiguen.   
Wind es el más tranquilo y es el que más juega con juguetes y conmigo. Existe una cierta complicidad entre él y yo. Beinn es tranquilo y hambriento, siempre se queja cuando es la hora de comer. Ross es la que más duerme. Como es la única chica a veces sus hermanos más grandes la tienen tan harta que entra en un estado de furia y arremete contra ellos. Ness es el más grande y fuerte. No se queja, directamente pasa a la acción. Si quiere comer intenta quitárselo a Mavi o a mí; si quiere salir apoya las patitas en el borde y consigue salirse. No hay quien le pare.   

Cuatro semanas

Ya tienen nombre: el primero que nació es Wind, que es el único negro y blanco; el segundo es Beinn, que es el único marrón y blanco; la tercera es Ross, única hembra y tricolor; el último es Ness, macho tricolor y el más grande de la camada.
A punto de cumplir cuatro semanas, los cachorros ya comen un poco de papilla. En casa han decidido que cada uno tenga su plato para que ninguno, en especial los pequeños, corra el riesgo de comer menos. ¡Les encanta! Desde el segundo día, en cuanto notan que les están preparando la comida se ponen a llorar todos desesperados. Para poder controlarles colocan en mi cama sueca un cuenco en cada esquina. Mavi y yo esperamos fuera. Como buena madre, lavo los platos después, ya que ellos todavía no saben sacarles brillo.
Juegan mucho entre ellos, son muy cariñosos con toda la familia y cuando quieren algo no se callan. Ross y Wind ayer pesaban 1514 g, Beinn 1710g y Ness 1769 g. 

Dieciocho días de maternidad

Los cachorros empezaron a abrir los ojos entre el sábado y el lunes. Ya juegan entre sí y están más rato activos. Y como una imagen vale más que mil palabras, os dejo unas fotos. Al grandote y a la pequeña ya se le van marcando las manchas. El marrón fue el último en abrir los ojos. La pequeña es muy tranquila y le encanta dormirse mientras mama. El pequeñín fue el primero que abrió los ojos, es muy dulce y no para de hacerme mimos. En las últimas fotos el pequeño conmigo y en el lavado de uno de ellos.


El grandote de lado
El grandote de frente
El marrón de frente
El marrón jugando con la pequeña


La pequeña de frente

La pequeña también juega


El pequeñín de frente


El pequeñín posando



 


Confidencias a mamá

Lavado diario


 









Dos semanas después

Los cachorros están creciendo muy bien. Al cumplir una semana habían duplicado todos su peso y una semana después ya lo habían triplicado salvo el más grande, que lo tenía más difícil. El pequeñín pesa 717 g, el marroncito 881 g, la pequeña 787 g y el grandote 939 g.
En la primera foto está la pequeña durmiendo tapada, en la segunda  el pequeñín durmiendo y en la foto de abajo el marroncito y el grandote están durmiendo apoyados en el borde de la colchoneta. Estamos buscando nombres para ellos, pero todavía no nos acabamos de decidir. Barajamos Wind para el pequeñín, Beinn para el marroncito, Ness para el grandote y queda la pequeña, para cuyo nombre no hay todavía consenso. En cualquier caso todavía no son definitivos. 
Además hemos comenzado a buscar buenas familias que los cuiden como si fueran un miembro más de ella y les den tanto el cariño, la atención y el ejercicio físico que necesita nuestra raza. Estamos recibiendo muchos correos electrónicos y llamadas de distintos sitios de España.
Ayer empezaron a descubrir que tenían patitas delanteras que podían chupar y ya empiezan a dar los primeros pasitos con las cuatro patas. Todavía no han abierto los ojos, pero esperamos que lo hagan en breve. 

El crecimiento de los cachorros

Los cachorretes están engordando muy bien. Soy una super madre organizada. Si uno se queja, despierto a todos para que las tomas las hagan a la vez y no me vuelvan loca de uno en uno. Mientras comen, aprovecho para lavarles. De esta forma tengo algún ratito libre para mí. ¡Es agotador!
El más pequeñín es un listillo y siempre va a las tetillas del final, donde más leche hay. El marroncito es el más tranquilote, se conforma con todo y se queda dormido enseguida. La chica es bastante llorona y necesita que esté a su lado más que los demás. El grandote es el que tarda más en quedarse dormido y empuja a los demás mientras intenta buscar la posición adecuada.