Mavi aparece en mi vida


Hace dos años, Belén y Carlos decidieron regalarle a Mariví, la madre de Belén, una perrita. Acabaron eligiendo una Coton de Tuléar. Nos fuimos hasta Robledo de Chavela a por ella, al criadero Bella Dare.
El primer saludo de Mavi cuando me acerqué para ver qué era esa especie de  peluche que metían en mi coche fue un gruñido. Al día siguiente, cuando fui a su casa, me persiguió por la misma ladrándome. Sin embargo, enseguida nos hicimos amigas, nos hacemos compañía cuando nos quedamos solas y podemos jugar cuando nos aburrimos.
Aunque en teoría es mi tía, la considero mi prima, porque la edad no contribuye a esa relación familiar.
Mavi también hace Agility, pero Belén tiene que llevar premios muy sabrosos para que muestre interés. Seguro que eso es doping. ¡Qué cara! Como tiene tanto pelo, Carlos la llama la "pantufla voladora".